Una antigua casa de campo rodeada de bancales de viñas, algarrobos y olivos y utilizada para el disfrute de la familia se reforma para permitir su alquiler como casa rural. Para ello se reformula la distribución interior caracterizando los espacios de la casa con elementos de obra que se integran entre los muros de piedra, sobre el jardín se incorpora una piscina naturalizada y nuevas plantaciones arbustivas autóctonas que hacen que los límites se difuminen con la vegetación aledaña, incorporando el paisaje de bancales en el interior de la casa.